miércoles, 2 de septiembre de 2015

14/02/2015 Drac llega a casa

Algo mas de dos meses en ausencia de Kira. Anna ya empieza a querer un peludo de cuatro patas. Ella quiere un cachorro, hembra y no quiere oir hablar de razas peligrosas. Nos acercamos a Sant Cugat a un criador de Labradores que hay. Llegas y esta claro que quieres un cachorro de cada color, pero aguantamos la tentación ya que también estabamos estudiando la opción de la adopción, cosa que el criador desdestima e intenta venderlo poniendo problemas de no saber el caracter, si ha tenido problemas, enfermedades, etc.

Eso ocurrió un viernes 13 de febrero, pero antes habia conseguido "engañar" a Anna para antes hacer una parada en la perrera de Barcelona (la que hay en la carretera de l'arrabassada).

Llegamos y tal como bajamos del coche un mestizo de PitBull que lo estaban paseando se abalanza sobre Anna. Lo acaricia y me mira diciendo... creo que ya tenemos perro.

Igualmente no queremos precipitarnos y damos un vuelta por toda la perrera, paseamos al mestizo de Pitbull y hablamos con los paseadores. Todos nos comentan que es muy buen perro, que tiene muy buen caracter con la personas y con los perros.

Pero como tener un perro es algo serio y queremos estar seguros fuimos a visitar al criador de Labradores mencionado anteriormente.

Después de mucho hablarlo y pensarlo al dia siguiente ya tenia el seguro de responsabilidad civil, la licencia para llevar perros potencialmente peligrosos y no se cuantas cosas mas para poder sacarlo de la perrera.

El camino hacia casa al principio fué dificil, ya que entre las curvas, el perro que se queria ira a los asientos delanteros y que no lo conociamos lo pasamos entretenido.

Al llegar a casa el perro parecia haberse hecho más grande. Acostumbrados a Kira (la cocker) este parecia que no fuese a tener espacio. Además hubo un monento que ladró y Anna y yo nos miramos diciendo "madremia que hemos hecho... se no ha ido la olla". Hubo un momento de inseguridad por nuestra parte ya que nunca habiamos tenido un perro de esas caracteristicas.

Su nombre es Drac, llegó a casa castrado y con 27 quilos de peso. Tenia un virus en el aparato digestibo que le hacia ir de diarreas. Habia estado un año en la perrera y se desconoce porque fué abandonado. Al sacarlo a la calle tiraba mucho porque todo eran estimulos nuevos para el: ruidos, olores, coches, personas, etc. Desde el primer dia no ha tenido problemas de relacionarse tanto con otros perros como con personas.


Hoy (6 meses mas tarde) pesa 37 quilos y sigue estando "figurín" y en perfecta forma. Sigue siendo un perro muy equilibrado y se puede pasear incluso sin correa, aunque tienes que estar pendiente que no se cruce un gato en su camino: sale disparado y no atiende a razones.

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